Es la historia del encuentro de dos culturas, y de cómo el lago San Pablo
con su magia fue enamorando a una pareja.
Ella riobambeña y perseverante. Él alemán y visionario…
Iniciaban los años 70; Martha Merino y Reinhold Drewniok estaban recién casados. Disfrutaban de un paseo dominical en la provincia de Imbabura, cuando de repente en una curva del camino apareció el majestuoso lago San Pablo y fue amor a primera vista.
Fue tal enamoramiento de lo que veían, que se propusieron encontrar un lugar en sus orillas para levantar su pequeña cabaña.
Cuando estuvo lista, tuvieron la visión de hacer posible que todos puedan disfrutar del lago. Fue así como -poco a poco- esa primera cabaña se fue transformando a lo largo de los años en una hostería.
Cabañas del Lago abrió sus puertas en 1979.
Es en 2002 que una nueva generación inyecta su energía. Tania Drewniok Merino se pone el mando del proyecto iniciado por sus padres y amplía la visión a no sólo ver y disfrutar de un bello paisaje sino a vivirlo. Con ella llega la Marina como un sitio único en la sierra para realizar deportes acuáticos.
Esta es nuestra historia, que habla de visión y coraje, de una familia que hoy trabaja junto a más de 50 familias de la zona, esta es nuestra historia de sueños cimentados a orillas del Lago San Pablo.
Somos Los Guardianes del Lago,
una familia que late al ritmo del agua del Lago San Pablo.
Lo cuidamos, lo limpiamos, lo defendemos.
Porque no es solo un paisaje: es vida, es memoria, es futuro.
En Cabañas del Lago creemos que nuestras raíces están en la comunidad que nos rodea. Por eso, cada año organizamos eventos especiales en Navidad y otras fechas importantes para celebrar y agradecer a quienes han sido parte de nuestra historia. Compartimos con ellos momentos llenos de alegría, entregamos regalos y beneficios, y lo más importante: generamos empleo digno para muchas familias de la zona, ya que gran parte de nuestro equipo proviene de estas tierras.
Este compromiso es nuestra forma de retribuir con cariño el apoyo de una comunidad que también es hogar.
Cabañas del Lago Hostería y Marina está ubicado a tan solo 100 kilómetros de Quito en Imbabura, a 20 minutos de Otavalo, en el lago San Pablo
Con el fin de garantizar el bienestar, la seguridad y la comodidad de todos nuestros huéspedes, informamos que no está permitido el ingreso ni la permanencia de mascotas en nuestras instalaciones.
Esta medida responde a consideraciones de higiene, posibles alergias de otros visitantes, y la preservación de un ambiente tranquilo y adecuado para el descanso de todos. Agradecemos su comprensión y colaboración en el cumplimiento de esta política.
Nos comprometemos a brindar una experiencia agradable y segura para cada uno de nuestros huéspedes, y esta decisión forma parte de ese compromiso.